Una exposición del mensaje de Dios ".......para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia......." a toda persona que desee ponerse, humildemente, a los pies de Dios para conocerlo, experimentar el perdón de sus pecados, convertirse en su hijo y gozar las bondades de su salvación esperando su retorno.

lunes, 13 de septiembre de 2010

“.......el crecimiento lo ha dado Dios.......”


Cuando era estudiante, en una escuela de la Biblia, habilité un cuaderno de notas en donde empecé a escribir los datos personales de los hermanos a quienes había bautizado. Muy pronto me di cuenta que, cuando empezó a crecer la lista, mi ego se inflaba desmesuradamente y tenía la cabeza tan grande que presuponía que la gente me identificaba desde lejos. Finalmente tuve que reconocer la voz de Dios diciéndome, pacientemente, “.......no está bien que hagas eso Dante, no está bien.......” y tomé la resolución de no hacerlo nunca más.
Pasado el tiempo veo claramente que Dios nos advierte de ese pecado cuando nos dice en Romanos 12:3 “.......Digo, pues, por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura, conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno.......” De manera que es un error, horrendo, creerse uno la “divina pomada” en vez de darle crédito al hacedor de la vida. Él da el crecimiento adecuado a cada cual y si es el caso, suficiente como para hacer obras mayores a las que hizo Jesús; según él mismo lo declaró en Juan 14:12 “.......De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.......”
De manera que no podemos ni debemos ufanarnos, de ninguna manera, de cosas grandes, como si fuéramos nosotros quienes las hubiésemos realizado y no el Espíritu Santo por medio de nosotros. Contentos debemos estar con haber sido usados por el Espíritu pero de ahí a pretender ser “alguien” por los logros alcanzados; hay un gran abismo. No hay que olvidar la autoreprensión que debemos practicar por instrucción de nuestro señor Jesucristo, en Lucas 17:10 “.......Así también vosotros, cuando hayáis hecho todo lo que os ha sido ordenado, decid: Siervos inútiles somos, pues lo que debíamos hacer, hicimos.......”  
Sigamos plantando y regando en la viña del Señor, pero no olvidemos que el crecimiento lo da Dios. Si es el caso que alguien, por alguna razón, nos alaba por causa de nuestro trabajo, no hay que olvidar remitir la gloria a Dios diciendo: “.......la gloria es de Dios.......” porque bien dice I Co. 3:6 “.......Yo planté, Apolos regó; pero el crecimiento lo ha dado Dios.......”
Amados hermanos, hagamos las cosas sin ninguna pretensión de ser “alguien”; con paciencia y humildad, dándole la honra a nuestro Señor en todo momento y lugar  “.......Porque ¿quién te distingue? ¿o qué tienes que no hayas recibido? Y si lo recibiste, ¿por qué te glorías como si no lo hubieras recibido?.......” 1 Corintios 4:7. Si todas las cosas las recibimos de Dios, ninguna cosa que recibamos, la recibimos como si hubiera sido nuestra obra; antes bien, demos la honra y gloria a nuestro Dios por haberla recibido y aunque hubiéramos puesto la vida para alcanzarla, ciertamente no la hubiéramos recibido si a Dios no le hubiera plugido el dárnosla.