Una exposición del mensaje de Dios ".......para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia......." a toda persona que desee ponerse, humildemente, a los pies de Dios para conocerlo, experimentar el perdón de sus pecados, convertirse en su hijo y gozar las bondades de su salvación esperando su retorno.

viernes, 8 de octubre de 2010

“.......fuego en su seno.......”


Hablando en tárminos genéricos, el hombre tiene la inveterada costumbre de hacer lo que le viene en gana y ora mata a diestra y siniestra, como miente, roba o calumnia. Se recrea adulterando, fornicando o violando; como también chismea, se droga o se emborracha. No es ajeno a la maledicencia y la burla es un bocado apetecible; teje, cual araña, sus ardides; estafa, engaña y arrebata. La lujuria lo ensoberbece, recrea su vista en la maldad y se complace con quienes la hacen. La hipocresía es como un deporte para él, pega, golpea y rasguña. Elabora trampas para que sus presas caigan en ella. La blasfemia esta en su boca y se “burla” de Dios. El incesto es pan del día y se recrea en la pederastia, envidias, iras, contiendas, griterías, glotonerías, orgías, disipaciones, idolatrías, etc., etc., etc.......
Hay un refrán muy popular que dice: “Hombre precavido, vale por dos”, pero ahora lo he cambiado, desde hace un tiempo, por: Hombre precavido, vale por tres; porque, simple y llanamente, por un lado, el hombre se ha devaluado, de un tiempo a esta parte y por el otro, es más que urgente estar precavido de hacer las cosas bien, como Dios manda. Su degradación es increible y todos podemos ver que, prácticamente, esta en caída libre y aparentemente nada ni nadie lo puede detener. Esto me hace recordar las deslizaderas que existen en los parques de diversiones para niños; en donde los niños, al deslizarse, ya no pueden parar sino hasta llegar al suelo. Y lo recuerdo porque lo concateno con la Palabra de Dios que tiene el poder para poner a las personas en deslizaderos para hacerlos caer.
¿Tomará el hombre fuego en su seno sin que sus vestidos ardan? Ciertamente que no, nadie puede hacer tal cosa y salir incólume. Pecar es como manejar fuego en nuestro seno, indefectiblemente nos vamos a quemar y seremos consumidos por dicho fuego. Dios es muy misericordioso y la única razón por la que, aun, no ha destruido este mundo, es porque esta esperando que todos procedan al arrepentimiento; tal es su amor y dulzura. Debemos de agregar que, junto con su amor y dulzura Dios es, también, justo y ha determinado que esta tierra sea quemada totalmente en una hecatombe que no ha tenido parangón en la historia de la humanidad, con la excepción del diluvio universal.
Vistas las cosas de este modo, no veo razón por la que el hombre común, que comunmente peca, no proceda al arrepentimiento, para que las desgracias que se avecinan a la humanidad no le alcancen y pueda, de este modo, salir incólume; por más pecado que haya hecho. Cuando venimos a los pies del Señor con verdadero espíritu de arrepentimiento, el es fiel y justo para perdonar todos nuestros pecados. Nosotros, los que hemos sido añadidos a su Iglesia, éramos iguales o peores que los que están fuera de ella. La diferencia fundamental es que hemos sido perdonados de nuestros pecados y ahora estamos dentro de su Iglesia, esperando con alegría su retorno con poder y gloria para juzgar a los vivos y a los muertos.