Una exposición del mensaje de Dios ".......para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia......." a toda persona que desee ponerse, humildemente, a los pies de Dios para conocerlo, experimentar el perdón de sus pecados, convertirse en su hijo y gozar las bondades de su salvación esperando su retorno.

domingo, 27 de marzo de 2011

Juicio contra Israel.

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Cuando Dios arrebata, no hay quien resista; cuando ha mirado el objeto de su ira, no hay "peros" que valgan. Si zarandea, estruja u oprime, no hay quién libere; si aplasta, quema o ahoga, ningún ruego lo detendrá. Bendito sea Dios y bendito sea su santo nombre; Él hace lo que quiere y no hay quien lo increpe ni caree; su majestad es infalible e inalcanzable, nadie, sino es en Cristo, puede sondear las profundidades de su inteligencia y la altura de su sabiduría que no tiene fin. El que en la tierra arrebataba como creyéndose Dios ya no es habido y el que ahora lo hace también pasará. ".......El león arrebataba en abundancia para sus cachorros, y ahogaba para sus leonas, y llenaba de presa sus cavernas, y de robo sus guaridas.......". (Nahúm 2:12). Nadie puede estar seguro de su salvación a menos que, humildemente, se someta al amor de Cristo para conocer ".......la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta......." (Romanos 12:2). Lo contrario es un gozo temporal en esta vida y una eternidad de condenación.


Hay un futuro mejor para todos y todos podemos acceder a él aunque hallamos matado, robado, violado o hayamos hecho cualquier maldad innombrable; tal es el amor de Dios. Antes que existiéramos los cristianos, Dios prometió al pueblo de Israel un nuevo pacto porque ellos invalidaron, con su reiterada mala conducta, el antiguo pacto. "......He aquí vienen días, dice Jehová, en que sembraré la casa de Israel y la casa de Judá de simiente de hombre y de simiente de animal......." (Jeremías 31:27). Entre las promesas de Dios a los judíos, estaba la que decía: ".......Pero este es el pacto que haré con la casa de Israel después de aquellos días, dice Jehová: Daré mi ley en su mente, y la escribiré en su corazón; y yo seré a ellos por Dios, y ellos me serán por pueblo......." (Jeremías 31-33). ¿Cómo es que Dios dice a su pueblo: "me serán por pueblo"? Porque Israel estaba dejando de ser el pueblo escogido de Dios y lo dejó de ser cuando mataron a su hijo, Jesucristo, después de lo cual se levantó el nuevo Israel, los cristianos.


Hay momentos cruciales en la vida de los malvados, momentos en los que todo, virtualmente todo, se oscurece y se cumple la palabra que dice: ".......sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios......." (Hebreos 10:27). Esto se cumplió en Amán (como en muchos otros personajes históricos), el segundo después de Asuero, rey de Persia y Media desde la India hasta Etiopía. Este Amán se levantó en contra del pueblo de Israel, en aquel entonces, el pueblo de Dios. El momento crucial de Amán se narra en Ester 7:8 que dice: "......Después el rey volvió del huerto del palacio al aposento del banquete, y Amán había caído sobre el lecho en que estaba Ester. Entonces dijo el rey: ¿Querrás también violar a la reina en mi propia casa? Al proferir el rey esta palabra, le cubrieron el rostro a Amán......." Nosotros, ahora, vemos de continuo cómo, la ira de Dios, se explaya en estos ".......principio de dolores......." (Mateo 24:8) que empieza a sufrir el mundo, y suceden para que nos arrepintamos de nuestra mala manera de vivir. Los que han muerto no son menos justos que los que van a morir.


La herencia del antiguo pueblo de Israel era la tierra, porque fue la promesa que Dios les hizo cuando los sacó de la esclavitud que sufrieron en Egipto; pero como Israel se comportó mal todo el tiempo de su peregrinación, Dios también se desentendió de su promesa. Si así no fuera, Israel viviera en paz, pero como es; las guerras nunca lo abandonan. ".......y no ande la heredad rodando de una tribu a otra, sino que cada una de las tribus de los hijos de Israel estará ligada a su heredad......." (Números 36:9). Hoy ya no hay tribus en Israel, solo un burdo remedo de ello; por lo tanto, nadie está ligado a su heredad desde los tiempos antiguos. Se han extendido por el desierto, han doblegado al pueblo de Palestina, los han expulsado de sus tierras y los han confinado en la Franja de Gaza, en Cisjordania, a la que han cercado y están construyendo una muralla de acero y concreto de 700 kilómetros de largo, de hasta 10 m. de altura y otro tanto de profundidad. Si Israel no se arrepiente de esta canallada, también Dios no detendrá su mano contra ellos. Los hijos de Dios nunca harían tal maldad a sus semejantes. Esa es la confirmación que ya no son el pueblo de Dios. La Jerusalén de arriba somos los cristianos y tan grande es el amor de Dios, que aun sigue con sus manos extendidas hacia la actual Israel y hacia todo el mundo pecador.


Ya no recuerdan el muro de Jericó. ".......Entonces ella los hizo descender con una cuerda por la ventana; porque su casa estaba en el muro de la ciudad, y ella vivía en el muro......." (Josué 2:15); la magnificencia del Templo de Salomón que debió prevalecer; la promesa, que en Cristo se da, de ".......volver el corazón de los padres hacia los hijos, y el corazón de los hijos hacia los padres......." (Malaquías 4:6); que espera para ellos lo que nosotros ahora estamos gozando: ".......Gracia y paz a vosotros, de Dios nuestro Padre y del Señor Jesucristo......." (Filemón 1:3); del cumplimiento de todas sus promesas hasta Cristo; de su molestia con los que oprimen a los pobres, dicha en Miqueas 2; de la esperanza de liberación por la misericordia de Dios, en Lamentaciones 3; de lo que pide Jehová, en Miqueas 6; del Juicio contra Israel, de Amós 2; de las leyes sobre las ofendas, de Números 15. Por favor, no fuercen a Dios pretendiendo doblegarlo, porque cuando todo se oscurezca para vosotros los pecadores y no haya escapatoria ni esperanza, será muy tarde para arrepentirse; serán condenados. Los quiero mucho.......