Una exposición del mensaje de Dios ".......para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia......." a toda persona que desee ponerse, humildemente, a los pies de Dios para conocerlo, experimentar el perdón de sus pecados, convertirse en su hijo y gozar las bondades de su salvación esperando su retorno.

miércoles, 12 de octubre de 2011

Son de los nuestros.


La mejor manera de estar con Dios es con toda nuestra integridad. Que los conceptos que cada cual tenga, acerca de lo que es y significa Dios, es un asunto muy diferente al absolutismo de la fe. Mediante la fe que profesamos a Dios, nos sumergimos en sus profundidades y desentrañamos sus misterios en la medida en que Él nos los devela. Es probable que podamos conceptualizar algo como de Dios, sin ser de Dios. De ahí la importancia de compartir la Palabra y su interpretación; primeramente, con la Iglesia y cuando todos estemos de acuerdo en la mejor manera de interpretar, párrafos, versículos, capítulos y libros; tenemos libertad de predicar nuestro pensamiento a los demás, cuando comprobamos que es de Dios. La mejor forma de hacerlo es cuando este se ha constituido en el pensamiento de la congregación. 2 Pedro 1:19-21 nos dice: “…….Tenemos también la palabra profética más segura, a la cual hacéis bien en estar atentos como a una antorcha que alumbra en lugar oscuro, hasta que el día esclarezca y el lucero de la mañana salga en vuestros corazones; entendiendo primero esto, que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada, porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los santos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo…….” Quiero resaltar la parte donde Pedro dice que: “…….no hay interpretación privada…….”, la interpretación tiene que ser de la Iglesia. Es probable que sea uno el que la descubra primero, pero tiene que exponerla a la congregación para que sea de todos. Por esta razón debemos confrontar nuestro pensamiento con el de Dios y su Palabra. De esta manera cobra más veracidad el significado de ser: “……. un cuerpo, y un Espíritu, como fuisteis también llamados en una misma esperanza de vuestra vocación; un Señor, una fe, un bautismo, un Dios y Padre de todos, el cual es sobre todos, y por todos, y en todos…….”, según Efesios 4:4-6. Cuando tenemos un pensamiento relevante o que a nosotros nos parece relevante, para nuestra educación cristiana y la de la Iglesia; inmediatamente hay que remitir los créditos a Dios porque Él es el que nos inspira, ya que nosotros no somos competentes para pensar, por nosotros mismos, las cosas que son de Dios. Si somos competentes interpretando la sabiduría de Dios, debemos reconocer que nuestra competencia proviene de Dios. Así lo explica Pablo en 2 Corintios 3:5: “…….no que seamos competentes por nosotros mismos para pensar algo como de nosotros mismos, sino que nuestra competencia proviene de Dios…….” También es importante tener la predisposición de aprender algo nuevo y nunca pensar que ya lo sabemos todo. El gran problema de la disimilitud conceptual entre las Iglesias que se dicen de Cristo, radica precisamente, en que dichas disimilitudes fueron constituidas por gente que tuvieron concepciones personalizadas de una o varias escrituras y estructuraron, con eso, la base de organizaciones eclesiásticas en donde, la tal concepción, se impuso entre los seguidores como si de dogmas se tratasen. También debemos ponderar que, quienes tienen diferentes concepciones de Dios, no son nuestros enemigos, sino más bien, son de los nuestros manejando la verdad con diferente hermenéutica. Tampoco quiere decir que, todo el conocimiento que hemos adquirido, es todo lo que necesitamos. Cuando pensamos así, limitamos la profundidad de la inteligencia y la sabiduría de Dios. Evidentemente que, una mala hermenéutica, nos podría conducir a la perdición y, sí hay quienes se están perdiendo por una mala interpretación de las Escrituras o de quién es Dios; es nuestro deber conducirlos a la verdad antes de cerrar nuestras ganas de llevarlos a ella porque no piensan como nosotros. Por otro lado, debemos estar atentos a las revelaciones que Dios nos pudiera dar por medio de los que profesan a Dios, aunque estos no sean de nuestro grupo; es más, nuestra atención también debiera estar en aquellos que, sin profesar a Dios, Dios los pudiera usar para que nosotros podamos conocer algo más de su voluntad, ciencia y sabiduría. ¿No fue un burro el que le habló a Balaam en nombre de Dios? Si un burro habló a un hombre, de parte de Dios, ciertamente que las piedras también cantan la magnificencia de quien las creó. No en vano Cristo dijo a los fariseos: “…….Os digo que si éstos callaran, las piedras clamarían…….” porque le pidieron que reprendiera a sus discípulos porque clamaban a viva voz, cuando Jesús iba a Jerusalén montado en un pollino: “…….Bendito el rey que viene en el nombre del Señor…….” Lo peor de todo es que, este tipo de situaciones, las desestimamos y no le damos el lugar que se merecen. Dios se expresa a viva voz por medio de todas las cosas creadas. Si existen personas que creen en Dios y en nuestro señor Jesucristo, las creencias extrabíblicas que tengan, salen sobrando. Vamos a encontrar más dificultad en nuestra exposición, si las personas creen en Dios pero no en Jesucristo. La concepción y percepción que tenemos de la verdad, no puede ser vertida de sopetón, sin considerar que nuestros interlocutores traen consigo un bagaje de error que puede haber sido agregado a ellos de manera subrepticia y por largo tiempo; con lo cual, su arraigo puede ser muy profundo; de modo que, tenemos que conducirnos con precaución en la mayoría de los casos. Tenemos que ser como neurocirujanos que auscultamos, con un bisturí, las entrañas de un desorden cerebral que, supuestamente, produce desequilibrios en la conducta de un individuo cualquiera; con la salvedad que nuestro bisturí es la Palabra de Dios que nosotros hemos aprendido y que el desorden que hay que corregir está en los corazones de todos aquellos que creen en Dios pero que, junto con eso, tienen creencias producidas por la exposición a una mala concepción bíblica o causadas por asuntos extrabíblicos.
Una confirmación contundente, en referencia con la aceptación que debemos tener con quienes están a favor de Dios y/o Cristo, la podemos encontrar en Lucas 9:49-51 que dice: “…….Entonces respondiendo Juan, dijo: Maestro, hemos visto a uno que echaba fuera demonios en tu nombre; y se lo prohibimos, porque no sigue con nosotros. Jesús le dijo: No se lo prohibáis; porque el que no es contra nosotros, por nosotros es…….”
Los quiero mucho. Que el Señor Dios todopoderoso bendiga su palabra en Uds. En el nombre de nuestro Señor Jesucristo…….