Una exposición del mensaje de Dios ".......para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia......." a toda persona que desee ponerse, humildemente, a los pies de Dios para conocerlo, experimentar el perdón de sus pecados, convertirse en su hijo y gozar las bondades de su salvación esperando su retorno.

domingo, 17 de enero de 2010

Los judíos siguen siendo llamados


Pablito, testificando de si mismo dijo en Hechos 22:3: “.......Yo de cierto soy judío, nacido en Tarso de Cilicia, pero criado en esta ciudad, instruido a los pies de Gamaliel, estrictamente conforme a la ley de nuestros padres, celoso de Dios, como hoy lo sois todos vosotros…….” Pablo, quien era judío, se convierte al cristianismo de una manera especial, guiado de manera sobrenatural por el mismo espíritu de Cristo. Como todos sabemos, la manifestación del amor de Dios, para con Israel, llegó al paroxismo cuando decidió enviar a su pueblo (Israel) a su propio Hijo, para que por medio de Él todos procedieran al arrepentimiento de sus pecados y se convirtieran a Dios. La paciencia de Dios tiene un límite y el mismo está cuando el hombre excede toda consideración de justicia y se sumerge en la vorágine del pecado, retando el poder de Dios y ese reto alcanzó su clímax cuando decidieron, como pueblo, matar a Jesucristo, quien nunca había pecado. Dios, hartado por siglos del pecado del pueblo que había creado para sí, los desechó para siempre creándose un nuevo pueblo celoso de buenas obras, como lo dice el mismo Pablito en Tito 2:14 que dice: “.......quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.......”
El actual pueblo de Israel es el mismo que crucificó a nuestro Señor Jesucristo y es el mismo que lo tiene crucificado porque no lo aceptan como el Hijo de Dios que vino a redimirlos de sus pecados. Siguen creyendo la misma mentira que urdieron sus antepasados, a quienes les tocó vivir en los tiempos que Cristo apareció en la Tierra. Ellos no creen en la resurrección de nuestro Señor Jesucristo, a pesar que muchos lo vieron; ellos siguen creyendo la mentira que dijeron sus dirigentes en aquel entonces: que el cuerpo de Cristo sería hurtado por sus Apóstoles (Mt. 27:64) “.......Manda, pues, que se asegure el sepulcro hasta el tercer día, no sea que vengan sus discípulos de noche, y lo hurten, y digan al pueblo: Resucitó de entre los muertos. Y será el postrer error peor que el primero.......”
Lo peor de todo es que creen que aun son el pueblo escogido por Dios y viven esperando al “mesías” que nunca viene ni vendrá porque ya vino. Ellos esperaban y esperan un “mesías” guerrero que dominaría al mundo y no un Cristo pobre que no tenía dónde recostar su cabeza. Por ese error y muchos otros relativos a la hermenéutica antiguo testamentaria, ellos creen que van a dominar el mundo y trabajan para ello y tienen quienes les creen, incluso cristianos. Actualmente están cercando con un muro al pueblo de Palestina condenándolos al ostracismo; son casi dos millones de personas presas y los gobiernos del primer mundo sin decir nada. ¿Por qué? Porque también creen que Israel es el pueblo de Dios y que por esa razón pueden hacer lo que les da la gana, craso error. Si fueran el pueblo de Dios, extenderían puentes de comunicación con los Palestinos y con el mundo; no cometerían el semejante crimen que están cometiendo. Los palestinos han vivido en esas tierras por más de 1300 años y la colusión de unos pocos los están haciendo perder todo lo que tuvieron todos estos siglos. Qué injusticia.
Cristo amó mucho al pueblo de Israel y en Mateo 10:5 dijo: “.......A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones, diciendo: Por camino de gentiles no vayáis, y en ciudad de samaritanos no entréis, sino id antes a las ovejas perdidas de la casa de Israel.......” Cristo vivió y murió tratando de redimir al pueblo judío; Él consideraba perdidos a los judíos y no ha cambiado nada hasta hoy. Dios sigue teniendo sus brazos extendidos hacia ellos, esperando un atisbo de arrepentimiento de sus acciones privadas y colectivas, pero no hay arrepentimiento sino soberbia, orgullo, altanería y desprecio por sus semejantes. Van camino a la destrucción y no habrá compasión para ellos. La compasión está extendida, pero no la quieren asir.
Exhorto a los judíos que tengan a bien convertirse de sus pecados a la luz admirable de Dios. Nadie más celoso como el judío Pablo y él se hizo cristiano. Las Escrituras testifican que Pablito, siendo aun judío, perseguía a los cristianos hasta la muerte. La historia no registra a otro que, teniendo el celo que tenía por el pueblo de Israel, hasta el punto de perseguir y matar a los cristianos; después se haya convertido para ser, hasta donde podemos ver, el mejor cristiano que haya existido. No es fortuita esta conversión; ha sido hecha adrede por Dios; para que los judíos de todos los tiempos entiendan que Jesucristo es el mesías esperado por tanto tiempo, el que liberta verdaderamente de la opresión del pecado y nos hace vivir una vida santa en espera de su segunda venida para juzgar a los vivos y a los muertos de todos su pecados y justificar a los que nos convertimos de las tinieblas a su luz admirable. 1 Pedro 2:9 “.......Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable.......”
El desprecio de Dios al histórico pueblo de Israel, es el prototipo del desprecio que dispensará a quienes hoy también no lo tienen en cuenta en ninguno de sus caminos sino que se regodean de su maldad como si fuera una gracia la que hicieran. Los hombres ya no tienen empacho por el mal cometido sino que regresan a él una y otra y otra vez, cumpliendo lo que antes se dijo a los antiguos y lo que hoy se dice a los modernos. Tal como dice Proverbios 26:11: “.......Como perro que vuelve a su vómito, Así es el necio que repite su necedad.......” y 2 Pedro 2:22: “.......Pero les ha acontecido lo del verdadero proverbio: El perro vuelve a su vómito, y la puerca lavada a revolcarse en el cieno.......” Son de lo peor y lo peor es que creen que están con Dios y que Dios los ampara. Judíos que matan como estado y “cristianos” que pretenden engañar a Dios y a la Iglesia de Cristo. De ellos dice Pablito en su carta a Judas: “.......fieras ondas del mar, que espuman su propia vergüenza; estrellas errantes, para las cuales está reservada eternamente la oscuridad de las tinieblas.......” Judas 1:13. Los quiero mucho. Que Dios, todopoderoso, los bendiga rica y abundantemente en el nombre precioso de nuestro señor Jesucristo, quien vive y reina en nuestros corazones hasta el fin.......

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