Una exposición del mensaje de Dios ".......para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia......." a toda persona que desee ponerse, humildemente, a los pies de Dios para conocerlo, experimentar el perdón de sus pecados, convertirse en su hijo y gozar las bondades de su salvación esperando su retorno.

lunes, 8 de febrero de 2010

Se hizo dicha recomendación


 De Hechos 21:17-36 y de otros pasajes similares, quiero destacar el hecho de que los judíos, convertidos al cristianismo, siguieron practicando la religión judaica como el que más. El pueblo judío fue el depositario del antiguo pacto de Dios con los hombres y ahora los cristianos somos los depositarios del Nuevo Pacto de Dios con los hombres porque Dios los desechó a ellos y a su pacto a partir del momento que mataron a su Hijo. El actual pueblo de Israel no cree en el Nuevo Testamento ni mucho menos en Cristo; su teología y todas sus concepciones mundanas (incluido el dominio del mundo) la basan en el Antiguo Testamento. Una cosa muy diferente son los judíos convertidos al cristianismo, hoy. El pueblo de Israel puede ser, nuevamente, el Pueblo de Dios, pero en Cristo Jesús; es la única manera. Deben olvidarse del antiguo pacto.

Recordemos que los primeros y únicos convertidos al cristianismo, durante algún tiempo, fueron los judíos; porque la voluntad de Dios era que fueran ellos quienes conociesen la verdad acerca de su real estado espiritual en el que se encontraban, por culpa de sus propias concupiscencias y la de los dirigentes religiosos. Debemos tener muy presente, también, que Cristo “.......A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron.......” (Juan 1:11); de modo que la fidelidad de Dios, a Israel, terminó cuando crucificaron a Cristo y fue trasladada (dicha fidelidad) de los judíos a los cristianos. Me parece que, lo más destacado de este pasaje es el coraje, la valentía y el pundonor con el que Pablo asume su responsabilidad de predicar la Palabra de Dios. Podría decirse, sin temor a equivocarnos, que Pablo estaba dispuesto a morir por Cristo, y de hecho murió por Él. Otra cosa que debemos destacar es la forma en la que, Pablo y los demás, asumen su rol de practicantes naturales del judaísmo para facilitar la evangelización.

En este pasaje, por un lado Pablo les relata a los ancianos la conversión de los gentiles en toda la región por la que viajó y por otro, los ancianos que estaban en Jerusalén se glorían en el Señor por los miles de judíos que se habían convertido al cristianismo y dicen de ellos que “.......todos son celosos por la ley.......” (Hch. 21:20b). Hay que considerar que dichos judíos convertidos al cristianismo, eran en su mayoría bebés espirituales y tenían que ser tratados como tales hasta que pudiesen madurar y empezar conocer las profundidades de la doctrina de Dios en Cristo Jesús. La otra cosa que dijo Pablo, en relación con los gentiles, fue que él les había dicho, después de la conversión de cada cual, que no guardaran la ley, en referencia a los rituales y quedaron de acuerdo en que les recomendarían “.......que se abstengan de lo sacrificado a los ídolos, de sangre, de ahogado y de fornicación.......” que eran cosas que ofendían la mente de los cristianos convertidos del judaísmo, por ser contrarias a la Ley Mosaica que ellos seguían observando, siendo cristianos.

En este punto, debemos diferenciar el significado de la sobreedificación, en tanto y en cuanto a su calidad y temporalidad, tal como lo declara 1 Corintios 3:11-13. Todos sabemos que hoy que, nadie sacrifica animales a ningún ídolo, que comer sangre no nos hace ni más ni menos aceptos del Señor y que tocar a un ahogado no nos contamina porque en nuestras congregaciones ya no existen judíos convertidos al cristianismo que pudieran escandalizarse por estas prácticas. Se hizo dicha recomendación para que los gentiles, convertidos al cristianismo, no ofendieran con estas prácticas, comunes en ellos, a los hermanos judíos. Estas órdenes a los gentiles fue una sobreedificación de oro, para aquel entonces, que debía cumplirse para no poner tropiezo entre los hermanos judíos convertidos al cristianismo. Ahora sabemos que estas prácticas se fueron abandonando poco a poco para dar paso a la excelencia del conocimiento del amor de Cristo. Naturalmente que el abstenerse de fornicación siempre será un deber de todo cristiano, esa recomendación prevalece hasta hoy.

Después Pablo hablaría de la sagacidad que usó para convertir a los pecadores; dicha sagacidad, con algunos matices, aun es válida para los mismos propósitos, como se declara en I Corintios 9:20-22 “.......Me he hecho a los judíos como judío, para ganar a los judíos; a los que están sujetos a la ley (aunque yo no esté sujeto a la ley) como sujeto a la ley, para ganar a los que están sujetos a la ley; a los que están sin ley, como si yo estuviera sin ley (no estando yo sin ley de Dios, sino bajo la ley de Cristo), para ganar a los que están sin ley. Me he hecho débil a los débiles, para ganar a los débiles; a todos me he hecho de todo, para que de todos modos salve a algunos.......” Cuidado con las malas interpretaciones, como la de un hermano (no de la Iglesia de Cristo) que bebía con los borrachos y decía que tenía el “ministerio de los borrachos”.

Si el tribuno de la compañía del imperio Romano, a la sazón invasores de Israel, no hubiera llegado con los soldados y centuriones a rescatar a Pablo, ciertamente los “judíos” lo hubieran matado en el propio templo porque las creencias de los cristianos no les conviene en absoluto, porque disolvía su pretensión de creerse el “pueblo de Dios”. No es de extrañar que, esos mismos “judíos”, hoy, quieran gobernar el mundo para implantar su propio régimen eliminando a todos quienes los contradigan. ¿No lo están haciendo eso hoy mismo? Han sido muy efectivos ya que una gran parte de “cristianos” han desviado su teología cristocéntrica para someterla a la “reivindicación de Israel” y aprueban las tropelías de Israel en contra de Palestina y del mundo a quienes acosan hasta la muerte. Está confirmado, hasta la saciedad, que así mismo actúan.

Los cristianos hemos sido liberados de semejantes contingencias porque hemos sido constituidos como el Israel espiritual de Dios, el verdadero pueblo de Dios con leyes grabadas en nuestros corazones hasta el punto de morir por ellas sin necesidad de matar por las mismas, Dios nos libre. Hemos sido constituidos como hijos de Dios por la sangre de Cristo que fue derramada por los “judíos” quienes no le recibieron ni antes ni después de su muerte, a pesar que lo vieron hacer milagros, resucitar de entre los muertos y ascender a los cielos. Tampoco le creerán cuando lo vean venir en las nubes con todo poder a juzgar a los vivos y a los muertos, ni cuando vean descender del cielo la Jerusalén de Dios. Este privilegio, de ser verdaderos hijos de Dios, está abierto para todo el mundo, inclusive para los judíos, musulmanes, o “cristianos” que aun no viven como Cristo ejemplificó. Los quiero mucho. Que nuestro Dios, todopoderoso, los bnediga rica y abundantemente en el nombre precioso de nuestro señor Jesucristo, quien vive y reina en nuestros corazones hasta el fin.......







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