Una exposición del mensaje de Dios ".......para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia......." a toda persona que desee ponerse, humildemente, a los pies de Dios para conocerlo, experimentar el perdón de sus pecados, convertirse en su hijo y gozar las bondades de su salvación esperando su retorno.

jueves, 23 de septiembre de 2010

“.......el justo con dificultad se salva.......”


Como todos podemos ver, este mundo va de mal en peor; porque el príncipe de este mundo es el terrible satanás y no se calmará hasta que lo vea destruido. Él es el padre de toda mentira y se opone a todo lo que es correcto, a todo aquello que nosotros pensamos y a todo lo bueno que hacemos, cuando seguimos, entre muchos pasajes, este versículo en Filipenses 4:8 [ En esto pensad ] .......Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.......”
Padecer por causa del pecado es una aflicción penosa, pero padecer sin haber pecado, no ha sido dado a quienes tienen el alma veleidosa. Ponerse a emular a Cristo es conceptualizar, también, que vamos a padecer como Él, porque él fue condenado sin haber pecado. Nosotros, los cristianos, no podemos esperar menos. En este mundo, el mal se impondrá sobre el bien pero, en el otro, el bien se impondrá sobre el mal. Si ha sido determinado por Dios que las cosas sean así, ¿por qué el afán del hombre de vivir como si este mundo fuese a prevalecer?
A pesar de la investidura conque estamos revestidos, los cristianos no estamos exentos de padecer; no por causa de nuestro pecado, sino por causa del pecado de los otros, que nos impone padecimiento por pregonar lo que está en contra de lo que ellos practican y son. Siendo, como es, que por causa de la justicia que practicamos, vamos a ser vilipendiados, ¿qué pueden esperar los que practican injusticias? 1 Pedro 4:18 “.......Y: Si el justo con dificultad se salva, ¿En dónde aparecerá el impío y el pecador?.......”
Hay una razón por la que estamos en este mundo y esta es la de agradar a nuestro Padre celestial, aunque sabemos que, haciéndolo, vamos a desagradar al Diablo y a sus secuaces, quienes harán todo lo posible por hacernos caer. Los cristianos debemos recorder que vamos a padecer por la práctica de la injusticia de otros y por la práctica de nuestra justicia. Ciertamente que  hemos sido advertidos en 2 Timoteo 3:12 “.......Y también todos los que quieren vivir piadosamente en Cristo Jesús padecerán persecución.......” de manera que no debemos sorprendernos de lo mal que el mundo actuará contra nosotros. Lo que nos debiera de sorprender es que nadie nos moleste por hacer justicia; si nadie nos molesta, eso es un indicativo, alarmante, que nos anuncia que no estamos actuando todo lo justo que deberíamos actuar; algo anda mal.
Es necesario empezar a vivir como si estuviéramos en otro mundo, en un mundo donde todo sea armonía, paz y felicidad; un mundo en donde no tengamos que condenar la maldad porque en ese mundo no se practicaría. Un mundo donde Dios sea nuestra luz y nuestra guía. Si en este mundo, de perdición, logramos andar como Dios manda, a pesar de las dificultades; entonces somos aptos para el otro.

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