Una exposición del mensaje de Dios ".......para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia......." a toda persona que desee ponerse, humildemente, a los pies de Dios para conocerlo, experimentar el perdón de sus pecados, convertirse en su hijo y gozar las bondades de su salvación esperando su retorno.

jueves, 4 de noviembre de 2010

“…….Destruiré por completo todas las cosas…….”



El libro de Sofonías en el Antiguo Testamento, en la Biblia; nos habla de la determinación de Dios contra el mundo de pecado y lo más resaltante es la expresión del versículo 2 del capítulo 1 que dice: “…….Destruiré por completo todas las cosas de sobre la faz de la tierra, dice Jehová…….” Sofonías 1:2 y como Dios no miente, es menester que pongamos las “barbas en remojo” porque, ciertamente, si no nos arrepentimos de nuestros pecados, a nosotros también nos alcanzará esta destrucción total de todas las cosas sobre la faz de la tierra. Todas las profecías cumplidas de la Biblia, nos dan testimonio fehaciente que las que quedan, también se cumplirán pero, como en aquel entonces, habrán quienes no se persuadan de este acertijo sino hasta cuando sea muy tarde. La verdad es que no les interesa escuchar a un Dios que les reclama, desde que nacieron, la necesidad de bien actuar y a pesar que ha castigado, de muchas maneras, a los hombres; estos no escarmientan y se obstinan en seguir disolutos.


La profecía cumplida de la aparición de nuestro señor Jesucristo sobre la faz de la Tierra, no ha sido suficiente para muchos porque no han creído en él como debieron hacerlo; hasta el punto que, su propio pueblo, los judíos, lo mataron como quien mata un perro y ese fue el paroxismo de la comisión de pecados del que fuera su pueblo y la causa por la que Dios los desechó para siempre para constituirse para sí un nuevo pueblo que le adorase en espíritu y en verdad. Hoy también hay quienes matan a Dios y matan a Cristo; los desechan como cosa improductiva, irrelevante e intrascendente y al hacerlo, virtualmente lo matan porque, para ellos, no existen. Esos son los que no se persuaden, ni se persuadirán de la importancia de conceptualizar la existencia de nuestro Dios de manera primordial y segura. Los pecadores han subestimado el poder de Dios y en vista que siguen haciendo de las suyas, sin que nadie se les oponga, cada vez se muestran más y más desafiantes. Hacen concursos para obtener ideas que recuperen la economía y ofrecen una bicoca a cambio de ellas pero ellos se vuelven a llenar los bolsillos burlándose de nosotros.


Dios, en Sofonías, muestra su aborrecimiento contra quienes rinden pleitesía a las estrellas tratando de sacar lecturas imaginarias de acontecimientos futuros cuando Él nunca ha hablado por medio de las estrellas. Hay quienes compran diarios y revistas tan sólo para leer sus horóscopos; otros se juntan alrededor de quienes practican estas “artes” por los medios de comunicación, echando su “suerte” con ellos. No tienen ni recelo ni vergüenza de postrarse ante Dios y a la vez, jurar delante de dioses extraños que se inventan, atribuyéndoles cualidades, propiedades y poderes que no tienen porque no existen; pero aun así, se inclinan ante ellos. También predice la destrucción de todas las naciones por causa de su soberbia. Forman contubernios con el que menos, con total desvergüenza. Se fabrican “crisis” globales en donde ellos son los únicos beneficiarios. Azuzan a buenos vecinos para que contiendan entre ellos y luego les venden las armas para que combatan entre sí. Ya se sabe que también son traficantes de drogas y que “lavan” el dinero en sus sistemas financieros desde hace añales…….


De tres cosas acusa Dios a Jerusalén: De su rebeldía, de su contaminación y de la opresión que infringe a los más débiles. Así como en el pasado, así también hoy; porque para nadie en el mundo es un misterio que los miembros de la raza judía tienen, virtualmente, el dominio mundial de la economía y es por ello que se ha ensoberbecido hasta lo máximo, causando opresión a todos los pobres del mundo, desafiando, con altanería, a la mismísima ONU (Organización de Naciones Unidas) burlándose de las resoluciones que han tratado de frenarla, durante años, de la opresión directa infringida al pueblo de Palestina. En su obsesión por dominar el mundo no han tenido, ni tienen, escrúpulos en comprar voluntades, a nivel mundial, para alcanzar sus protervos fines. Quieren apropiarse del mundo y si mucho aprieta se van a declarar propietarios de la luna y del Sistema Solar. Inventan epidemias y pandemias para luego vendernos las medicinas con las que se hacen ricos en un santiamén. Ya no saben qué hacer. 

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