Una exposición del mensaje de Dios ".......para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia......." a toda persona que desee ponerse, humildemente, a los pies de Dios para conocerlo, experimentar el perdón de sus pecados, convertirse en su hijo y gozar las bondades de su salvación esperando su retorno.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

Serán atormentados día y noche.








La siguiente reflexión se titula: “…….serán atormentados día y noche…….” Y está basada en: Apocalipsis 20:10 que a la letra dice: “…….Y el diablo que los engañaba fue lanzado en el lago de fuego y azufre, donde estaban la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos…….”

Este es el último versículo, de una serie de diez, que nos habla acerca del período de mil años del gobierno de Cristo sobre la tierra; y lo he destacado porque, en él, se encierra la verdad lapidaria del futuro del diablo y sus secuaces, es decir: la bestia y el falso profeta y con ellos todos sus seguidores en la historia de la humanidad, quienes serán atormentados de día y de noche por los siglos de los siglos.
La bestia y el falso profeta, son dos espíritus malignos que propician, desde Adán y Eva, la desgracia del mundo y es, a través del tiempo, que han tenido diferentes tipos de influencia satánica sobre los espíritus humanos, con las cuales han engañado y engañan, hasta hoy, a casi toda la humanidad, haciéndoles que les rindan tributo, culto y pleitesía, hasta el punto que, ni siquiera, quienes han sido atrapados, tienen plena conciencia de su esclavitud. La bestia, es la que se encarga del dinero y todo lo que gira alrededor de este, incluyendo a las personas y, el falso profeta, es el que se encarga de mantener una representación falsa del Dios verdadero para que, quienes crean en él, en esa representación falsa,  no se acerquen al verdadero Dios.
El diablo es el antípoda de Dios, es decir, es todo lo contrario. Si tipificamos las virtudes de Dios, podemos conocer al diablo también y mientras más conocemos a Dios, más repugnante se convertirá el diablo a nuestros ojos. Mientras más ignoremos a Dios, más relevante haremos al diablo. Así de fácil es este ejercicio, pero sin embargo, no es muy común que lo realicemos de continuo. Si decimos que Dios es fiel, entonces sabremos que el diablo es infiel; si Dios es nuestro refugio, el diablo es nuestra desolación; si Dios es el que pelea por nosotros, el diablo es quien pelea contra nosotros. Tantísimos son los atributos de Dios, como son los defectos del diablo. Mientras más ignore el hombre a Dios, más relevante hace al diablo, hasta el punto en que lo hace su gobernante, es decir: su dios.
El diablo es el padre de la mentira, mediante la cual ha sojuzgado al mundo desde la creación y no cejará en su cometido, hasta la intervención de Dios en el mundo, porque el hombre no puede confrontarlo sin la ayuda de Dios. En la medida que nos olvidemos de Dios, el diablo será más poderoso y este es el fenómeno que sucede con mayor frecuencia en estos últimos tiempos y no es de extrañar que dicho poder se siga acrecentando más y más hasta, aparentemente, dominarlo todo; y digo aparentemente porque, en realidad no puede dominar los corazones que tenemos al Espíritu Santo de Dios y a Cristo, como su centro. Con la segunda venida de nuestro Señor Jesucristo se establecerá el reinado de los mil años sobre La Tierra y el diablo será atado y la bestia y el falso profeta serán arrojados al lago de fuego y azufre, en otras palabras, no habrá más dinero en el mundo ni religiones mundanas vestidas de santidad. Cristo será quien nos presida y viviremos bajo el amparo de su luz y su poder.
En la actualidad, los hijos del diablo, influidos por la bestia y el falso profeta, tienen la comisión de doblegar el espíritu de los débiles y desprevenidos para que cometan todo tipo de tropelías ilimitadas hasta contaminar todo el mundo y destruirlo. Para ellos está preparado el lago de fuego y azufre en donde serán atormentados de día y de noche por los siglos de los siglos y no solamente para ellos sino para todos aquellos que se sirvieron de ellos para sojuzgar a su prójimo. El sufrimiento que causa el fuego a los hombres es indescriptible; simplemente ponga la mano por encima del fogón y bájela lentamente hasta que no pueda resistir el calor; entonces sabrá de qué le hablo. Sin embargo, esto es solamente una alegoría de lo que realmente será, va a ser muchísimo peor porque el sufrimiento del espíritu es mayor que el de la carne y para comprobarlo piense Ud. que en este momento muere el ser más querido que tiene. Ud. preferiría quemarse la mano y perderla antes de perder, en este momento, a su ser más querido. Dios hace la advertencia necesaria para que todos se persuadan de las consecuencias de la práctica de la maldad.
Dice Lucas 21, del 25 al 38: Entonces habrá señales en el sol, en la luna y en las estrellas, y en la tierra angustia de las gentes, confundidas a causa del bramido del mar y de las olas; desfalleciendo los hombres por el temor y la expectación de las cosas que sobrevendrán en la tierra; porque las potencias de los cielos serán conmovidas. Entonces verán al Hijo del Hombre, que vendrá en una nube con poder y gran gloria. Cuando estas cosas comiencen a suceder, erguíos y levantad vuestra cabeza, porque vuestra redención está cerca. También les dijo una parábola: Mirad la higuera y todos los árboles. Cuando ya brotan, viéndolo, sabéis por vosotros mismos que el verano está ya cerca. Así también vosotros, cuando veáis que suceden estas cosas, sabed que está cerca el reino de Dios. De cierto os digo, que no pasará esta generación hasta que todo esto acontezca. El cielo y la tierra pasarán, pero mis palabras no pasarán. Mirad también por vosotros mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez y de los afanes de esta vida, y venga de repente sobre vosotros aquel día. Porque como un lazo vendrá sobre todos los que habitan sobre la faz de toda la tierra. Velad, pues, en todo tiempo orando que seáis tenidos por dignos de escapar de todas estas cosas que vendrán, y de estar en pie delante del Hijo del Hombre. Y enseñaba de día en el templo; y de noche, saliendo, se estaba en el monte que se llama de los Olivos. Y todo el pueblo venía a él por la mañana, para oírle en el templo.

Qué maravillosa Palabra del Señor, qué advertencia tan magnífica, qué consideración la de nuestro Señor Jesucristo de advertirnos a nosotros, en estos tiempos, que ya se vislumbran como los últimos; de advertirnos de las cosas que vendrán y no es que en verdad van a venir, ya nosotros estamos viendo todas estas cosas, en este mismo instante. En otras palabras, aquellos que todavía siguen en el pecado, tienen el tiempo suficiente para arrepentirse de todo lo malo que hicieron durante la vida. Ojala esta reflexión llegue al corazón de por lo menos uno en el mundo. Que Dios bendiga, ricamente y en el nombre de Cristo, su palabra en ustedes…….

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